Siempre escuchamos que una de las características
que primero salen a la luz cuando a una mujer le preguntan que encuentra
atractivo en un hombre es que sea divertido, tenga buen sentido del humor, las
haga reír o algún derivado.
Fácilmente se
puede caer en la creencia de que algunos nacen con el don de ser divertidos y
otros simplemente no. Esto es falso, ya que todos tenemos una parte de nuestra
personalidad que al ser proyectada provoca sonrisas en los demás.
La diferencia entre
alguien divertido y alguien que no, no recae en las palabras como se puede
creer comúnmente, recae en cuál es tu intención, divertirte TÚ o intentar ser
divertido para los demás.
Parte por decir y hacer cosas que
para ti sean divertidas.
Dos cosas pasan como consecuencia de esta acción:
1.- Te vas a sentir mejor y más
relajado, distintos químicos se liberaran y se encargaran de hacerte sentir con
más buen genio hacia tu situación presente.
2.- Las personas alrededor tuyo también
pasaran un buen rato y tendrán unas buenas risas. ¿Por qué? Porque somos más
parecidos de lo que creemos, y lo que te hace reir a ti también es de agrado
hacia los demás, confía en eso.
Recuerda, enfoca tu energía en
divertirte tú, en crear desde ti situaciones entretenidas. Estas serán una proyección
de tu personalidad, y un regalo desde ti hacia los demás.
¿A quién no le gustan los regalos?
No hay comentarios:
Publicar un comentario